La Declaración del Foro Mundial de Educación (Incheon 2015) significa al menos tres orientaciones clave que difieren del sentido de la agenda que se viene implementando en el Perú y otros países. Las “reformas educativas” actuales no han sido ajenas a las prioridades sugeridas por el Banco Mundial y organismos multilaterales, vía sistemas de condicionalidad de los préstamos. Hoy pareciera que estamos ante un giro, donde las NNUU retoman un liderazgo indispensable:
1. Incheon recupera y afirma una visión humanista y transformadora de la educación. La concibe como un derecho humano fundamental, inseparable de los demás derechos, en lugar de entenderla como adiestramiento de capital humano para la productividad y la competitividad. En consecuencia, la noción de calidad va más allá del aprendizaje de habilidades básicas de alfabetización y aritmética, e incluso de comprensión y análisis; para incorporar el desarrollo de capacidades, valores y actitudes que permitan alcanzar una vida sana y digna, responder creativamente a los desafíos locales y contribuir a transformaciones consistentes con el desarrollo sostenible.
2. Los países se comprometen a asegurar al menos 12 años de educación financiada con fondos públicos, incluidos los 9 años de libre educación obligatoria, a la par que se acuerda destinar a la educación el 6% del PIB y/o20% del gasto público total. Simultáneamente se declara la inclusión y la equidad como piedras angulares, priorizando a la población más desfavorecida. Los países se comprometen a hacer frente a toda exclusión, disparidad y desigualdad en el acceso, la participación y los resultados educativos
Esto entra en tensión con la tendencia a la precarización de la educación pública, el subsidio estatal a la educación privada, la mercantilización de servicios educativos y la marginación de la atención a personas con discapacidad, personas jóvenes y adultas y poblaciones originarias. Las políticas del Banco M. desde los 90 propusieron la reducción de los años de educación pública gratuita, sistemas de escuelas privadas con financiamiento estatal, incentivos a la competitividad entre escuelas mediante mecanismos de asignación de mercado como el cheque escolar; escuelas privadas de bajo costo (África) y rankings de rendimiento por escuelas y países. Todo ello operó en desmedro del ensanchamiento de oportunidades para los sectores que tienen desventajas.
3. En contraste con la visión que responsabiliza a los docentes de todos los males de la educación, a la vez que precariza sus salarios y condición; en Incheon se afirma que la responsabilidad fundamental de las políticas educativas recae en los gobiernos y propone que los docentes sean empoderados, motivados, profesionalmente calificados, adecuadamentecontratados y apoyados con recursos y sistemas eficientes. La rendición de cuentas debe ser transparente, con gobernanza participativa y sistemas integrales comprensivos de evaluación nacional.
Toca ahora modificar las políticas.
Teresa Tovar
No hay camino hacia la libertad, la libertad es el camino.
(Mahatma Gandhi).