10/11/14

Voltear la tortilla

El año 2015 se fijarán los nuevos Objetivos de Desarrollo del Milenio 2015-2030. Entre ellos están los que se refieren a educación: la agenda educativa post-2015. Las circunstancias han cambiado a tal punto que plantear acciones parciales de reforma tecnocrática para garantizar el derecho a la educación aparece claramente insuficiente. Hoy el cambio que se requiere es político y del conjunto del sistema educativo. Antes el objetivo era afianzar el camino del desarrollo y, dentro de él, ampliar las oportunidades para una educación de calidad para todos. Hoy ese camino del desarrollo está minado. El mito del progreso y del crecimiento sin límites ha tocado fondo, al promover la muerte progresiva del mundo en que vivimos junto al incremento incesante de una desigualdad inmoral que se acompaña con vejámenes intolerables de la dignidad. A esto se le denomina crisis civilizatoria, que instrumentaliza la dimensión humana y la vida a la voracidad del lucro y la ganancia, debilita la democracia, reduce la ciudadanía, arrasa con los derechos humanos básicos y da cobijo a la violencia y la corrupción. El debate debe superar el sesgo tecnocrático que lo constriñe a medidas puntuales y ajenas al contexto en que vivimos. La agenda es densa y comprende al menos 5 puntos: 1.La relación entre crisis ambiental y educación. ¿Cómo construir educación en medio o a espaldas de la destrucción de la vida?; 2.La relación entre educación y el modelo económico basado en el afán de lucro y el reino absoluto del mercado. ¿Cómo garantizar “iguales oportunidades” con esquemas que pretenden convertir la educación, al igual que el agua, en “negocio”?; 3. La relación entre educación y democracia. ¿Cabe aislar la escuela y sus ¨competencias deliberativas” del descarado y creciente atropello de los derechos humanos y la dignidad? (tenemos a Iguala-México en nuestra reciente y desgarrada memoria); 4.La relación entre la racionalidad instrumental y el sentido de educar. ¿Es casualidad el reemplazo de ¨calidad educativa¨ por resultados mensurables de niveles mínimos de aprendizaje en dos asignaturas?; 5.La relación entre escuela y sociedad educadora. ¿Es posible un sistema escolar auto referido cuando la escuela ha dejado de ser eje del flujo del conocimiento? Actualmente hay un intenso debate internacional al respecto. Recientes eventos abordan esta complejidad y tienden puentes entre el “sistema educativo” y la crisis civilizatoria: el Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental propone “Educar para la sustentabilidad de la vida” y cuestiona las ciencias “modernas” que fragmentan el conocimiento y no permiten comprender la naturaleza de la crisis. La Asamblea de la Campaña Latinoamericana de Educación postula “Una educación garante de derechos, por un mundo de dignidad” e impedir que la voracidad del capital financiero convierta en ganancia lo que antes eran derechos humanos. Es el camino a una educación emancipatoria, que dé vuelta a la tortilla.

Por Teresa Tovar Samanez  el noviembre 10, 2014